![]() |
Esperando a Cygnus / Imagen: ESA/NASA |
Fuera está oscuro, nos rodea una negrura impenetrable, así
que probablemente estemos volando sobre un océano. Miro alrededor en la Cúpula
y me doy cuenta de que de todas formas las luces que hay y la irreal penumbra azul del exterior
ahogarían las débiles luces de las grandes ciudades. Cygnus está volando
bajo nosotros, invisible en la oscuridad que nos rodea, pero aún así Karen y yo
intentaremos vislumbrar a la nave: sé que el amanecer no está lejos, y llevo
una semana esperando para ver a la nave de carga.
Puede que haya perdido los ojos de águila que desarrollé
como piloto, cuando fui entrenado para reconocer una nave a kilómetros de
distancia, pero la suerte no me ha abandonado. Cuando los primeros rayos de luz
aparecen entre las sombras, coloreando el horizonte de dorado, ocre y azul, un
brillo extraño atrae mi atención. Brillante y plateado, destacando sobre el
fondo, Cygnus atrapa la luz y la refleja en su magnífico y tecnológico
esplendor.
“Visto”, le digo a Karen, intentando contener mi entusiasmo,
y señalo a la ventana central de la Cúpula. Karen asiente, confirmando
tranquilamente mi avistamiento e informa a Houston por radio. Sé que hay
docenas de personas esperando los acontecimientos con el mismo entusiasmo que
siento yo.
Karen es hoy la responsable de todas las comunicaciones
relacionadas con la pequeña nave de carga. La nave espacial se está aproximando
rápidamente mientras la información registrada en nuestros monitores se
confirma. Mi tarea durante la próxima hora será supervisar los sensores de
posición de Cygnus y compararlos a la información que recibo con un láser
portátil que calcula la distancia y velocidad de la nave. Soy recompensado con
una serie de luces verdes – el software de control confirma que la información
de mi láser coincide con la información de los sensores en Cygnus.
![]() |
Herramienta láser / Imagen: ESA/NASA |
La Cúpula no ofrece demasiado espacio, y ahora está todavía
más abarrotada. Además de Karen y yo, están dos ordenadores para los
procedimientos y para el software de control. También tenemos el panel de
control de Cygnus que es el mismo que mi compañero Chris Cassidy utilizó para
el acoplamiento de la HTV. Numerosas cámaras documentando esta primera misión
de Cygnus y algunos tentempiés completan el módulo.
El funcionamiento de la nave es impecable. Cuando está a 230
metros, Karen ejecuta una prueba que la nave debe completar en su vuelo
inaugural: envía una señal de retroceso y Cygnus reduce la velocidad, se para y
retrocede a una distancia de 250 metros. Cuando Houston nos dice que Cygnus ha
retomado su aproximación, Karen prepara una segunda prueba, otra vez a los 230
metros. Envía la orden de detenerse. La nave se para obedientemente y espera
nuevas órdenes.
A esta distancia, la “cola” de la nave, el módulo de
servicio con los ordenadores y motores, se muestra blanco. Sus “alas”, los dos
paneles solares brillan como el cromo. Sus luces de navegación son claramente
visibles, dos faros blancos en el centro y una luz roja y verde a cada lado:
los colores de la bandera italiana flotando en el espacio. El módulo
presurizado de Cygnus ha sido construido en Italia y sonrío ante el pensamiento
de este homenaje involuntario a mi país.
En unos minutos todo está listo para la aproximación que
traerá a Cygnus a treinta metros y después a diez metros. En ese momento la
interfaz de la nave estará a sólo cinco metros del robótico Canadarm2. Mi
trabajo consiste en salvar esa distancia y después atrapar a Cygnus. Me preparé
durante largas sesiones de simulacros en la Tierra y repetí el entrenamiento en
la Estación en docenas de situaciones virtuales, que iban desde los escenarios
más simples hasta los escenarios más extremos.
![]() |
Cygnus y Canadarm2 / Imagen: NASA |
Nuestras vistas están ahora cubiertas por la nave, y podemos
apreciar su tamaño. Es más pequeña que la HTV, pero no menos impresionante:
cuando se estabiliza en la zona de captura, observo su movimiento lento y
controlado gracias a la cámara situada en el extremo del brazo robótico – el
mismo que me permitirá mover la nave manualmente hasta acoplarlo a la Estación.
Houston nos da el OK para comenzar la captura. Sigo a la
nave mirando los monitores mientras intento encontrar el mejor momento para
capturar a Cygnus: tengo que esperar hasta que esté especialmente estable.
Comienzo mi aproximación en un estado de automatización debido a las sesiones
de práctica durante mi entrenamiento. “Voy”, le digo a Karen, que responde
inmediatamente “Recibido”. El brazo robótico reacciona a mis órdenes y en
cuestión de segundos ya estamos a unos tres metros y medio de distancia. El
diálogo que sigue entre Karen y yo me produce una sensación de déjà vu, ya que lo
hemos practicado en muchas ocasiones durante la formación.
“Listo para vuelo libre”
“Recibido, listo para vuelo libre. Orden enviada. Orden
recibida.”
Karen espera para ver las características del vuelo libre en
su monitor, y después de unos segundos confirma: “Vuelo libre”.
“Recibido, vuelo libre. Dos metros.”
![]() |
Canadarm2 / Imagen: ESA/NASA |
Acerco el brazo robótico a un metro y medio después de
empujarlo durante un rato hacia delante. Mis órdenes son mínimas, pasando más
tiempo pensando que ejecutando: el Canadarm2 mide casi 20 metros de largo y los
movimientos bruscos pueden causar oscilaciones no deseadas.
Karen me dice la distancia hasta mi objetivo basándose en las
marcas que hay en el Canadarm: “A dos marcas de distancia.”
“Recibido.”
…”Una marca.”
“Estoy listo,” digo, porque mi objetivo está perfectamente
alineado con la información de referencia en mi monitor.
“Coincido,” responde Karen, confirmando mis pensamientos y
casi inmediatamente añade” “Sobre la marca.”
Después, casi al unísono, ambos decimos “en la cubierta” y
presiono el gatillo que inicia la captura. Hacía menos de un minuto que
comenzamos el procedimiento. Pero nuestras sonrisas forman un recuerdo que
durará toda una vida.
En unas horas, Karen y yo ejecutamos las maniobras para
posicionar a Cygnus y acoplarla al Node2. Después movemos la nave y la
integramos a la Estación. Sigue habiendo mucho trabajo por hacer y el día es
largo. Acordamos con el centro de control en tierra abrir la escotilla mañana.
Dentro de la nave nos esperan provisiones y materiales de recambio, pero
también está repleta de los sueños de aquellos que tomaron parte en esta
aventura espacial y llena de afecto de nuestros amigos y familiares en tierra.
![]() |
Karen y Luca tras la captura / Imagen: ESA/NASA |
No hay comentarios:
Publicar un comentario