jueves, 18 de julio de 2013

La segunda EVA: vista desde el Centro de Control


Preparando la segunda EVA
El paseo espacial USOS EVA#23 fue interrumpido apenas una hora después de comenzar, cuando Luca avisó de que se estaba acumulando líquido en su traje. Esto nos llevó a tomar la decisión de abortar el paseo espacial.

Primero lo más importante: Luca está bien y ya ha vuelto a la actividad normal de la Estación Espacial Internacional. Hablamos con él ayer por la mañana en nuestra reunión semanal con la tripulación y, por supuesto, lo que pasó el martes fue el tema principal de conversación.

“Chicos, me encuentro bien, gracias por todo el apoyo. Estoy bien de verdad y preparado para seguir adelante…”, afirmó Luca al final de nuestra charla.

La principal tarea y responsabilidad de un centro de control y su personal es garantizar la seguridad del astronauta y que todas las decisiones tomadas le protegen de cualquier daño.

Luca durante la EVA
Cuando Luca informó de que notaba agua en su casco, toda la atención se concentró en los datos de los que disponían los controladores, para ver si había algo visible en la telemetría (los datos que miramos constantemente en nuestras pantallas). Por supuesto, también recibimos datos del traje durante el paseo espacial. A veces es difícil relacionar un mensaje de la tripulación con los datos que vemos, en particular cuando no es un problema obvio. Como os podéis imaginar, hubo mucho debate dentro de la sala de control entre las distintas disciplinas: doctores, gerentes, ingenieros y expertos. Necesitábamos entender el origen del problema y evaluar la situación rápidamente.

Cada vez que Luca señalaba más información sobre lo que sentía y notaba, nosotros teníamos más piezas del puzzle. Cuando la tripulación habla, hay silencio en la sala de control. Esta es una regla general, pero cuando algo inesperado ocurre, no queremos perdernos ni una sola palabra de lo que él o ella está diciendo.

Estaba claro que había algo visible filtrándose alrededor de la cabeza de Luca. El agua en micro-gravedad forma grandes burbujas, y si una gran burbuja se forma alrededor de la cabeza de un astronauta, él o ella corren el riesgo de inhalarlo. Y el hecho de que un astronauta no pueda tocar su cara hace imposible el librarse del agua.

Pronto se hizo evidente que la situación no estaba mejorando y había que tomar una decisión. Con el fin de evitar riesgos, se decidió abortar el paseo espacial y mandarlos de vuelta al interior de la Estación.

Mission Control Houston / Imagen: NASA

Desde la EVA, los astronautas han estado realizando pruebas con los centros de control para entender dónde estaba y cuál era la causa del problema. Hasta que se entienda completamente y se tenga bajo control, la tripulación permanecerá a salvo dentro de la Estación Espacial. Por el momento, no sabemos cuando tendremos el próximo paseo espacial.

Los astronautas, al igual que los miembros del centro de control, están muy bien entrenados para afrontar este tipo de situaciones. El éxito de la misión y la seguridad de la tripulación se basa en un extenso entrenamiento, simulaciones y procedimientos, para que cuando algo así suceda, estemos orgullosos de poder lidiar con ello. Al final del turno de tarde, la gente se fue a casa con la buena sensación de que Luca y Chris habían vuelto al interior a salvo. No obstante, fue un día largo y difícil.

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